La COVID-19 y los servicios públicos

Nota informativa | 17 de junio de 2020
Además de los trabajadores sanitarios y docentes, todos los funcionarios públicos desempeñan una función en la contención de la propagación y la recuperación de la pandemia. Esto es cierto con independencia de cuál sea su ocupación: tanto si trabajan en la administración del Estado, por ejemplo los recaudadores de impuestos, los agentes de policía o los funcionarios de prisiones, o bien ejecutan las políticas económicas o sociales, como los inspectores del trabajo; al igual que los que proporcionan servicios a la comunidad, como los recolectores de residuos, o los que apoyan los sistemas obligatorios de seguridad social, como los trabajadores sociales. Los funcionarios públicos, como guardianes de los bienes públicos, son vehículos imprescindibles para la recuperación. La pandemia de COVID-19 pone de manifiesto la importancia crucial de la preparación para casos de desastre y el hecho de que los socios del sector privado no pueden gestionar por sí solos el alcance de las intervenciones que ahora son necesarias.

La presente nota informativa se propone resumir los principales debates en curso acerca del papel que desempeñan los gobiernos y los funcionarios públicos en la respuesta a la crisis, y de los desafíos que estos afrontan durante la pandemia y en la recuperación. Habida cuenta de que las crisis sanitarias son cada vez más frecuentes, los Estados Miembros deberán realizar más esfuerzos para prepararse con antelación y proporcionar a los funcionarios públicos la capacitación y el quipo necesarios para intervenir en dicha preparación, así como para brindarles la oportunidad de participar en ella a través del diálogo social.