El desempleo juvenil alcanza un nivel sin precedentes

Noticia | 1 de agosto de 2004
El estudio "Tendencias mundiales del empleo juvenil, 2004" (Nota 1), preparado por el Departamento de estrategias de empleo de la OIT, agrega que si bien sólo 25 por ciento de la población en edad laboral de los 15 a los 64 años son jóvenes, estos representan 47 por ciento de las 186 millones de personas desempleadas en el mundo en 2003.

Pero el problema va más allá del desempleo: el informe dice que también son jóvenes 130 millones de los 550 millones de trabajadores pobres que no logran superar junto con sus familias la línea de pobreza de 1 dólar diario. Estos jóvenes luchan por sobrevivir, y a menudo se ven obligados a trabajar en condiciones insatisfactorias en la economía informal.

Una estrategia para abordar el problema del desempleo juvenil y las vulnerabilidades y la sensación de exclusión que conlleva sería una contribución importante para la economía mundial. De acuerdo con datos incluidos en este estudio una reducción del desempleo juvenil a la mitad de su nivel actual aportaría 2,2 billones (millones de millones) de dólares al PIB mundial, equivalentes a 4 por ciento del valor del PIB mundial en 2003. Por otra parte, el informe advierte que quienes logran iniciar con buen pié su vida laboral tienen menos probabilidades de enfrentarse a un desempleo prolongado más tarde.

"Estamos desperdiciando una parte importante de la energía y el talento de la generación de jóvenes más educada que hemos tenido", dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia. "Es imprescindible aumentar las oportunidades que tienen los jóvenes de acceder a un trabajo decente si queremos alcanzar las Metas de Desarrollo del Milenio de la ONU", agregó.

El desempleo afecta más a los jóvenes.

El informe sobre"Tendencias mundiales del empleo juvenil, 2004", dice que el alza de desempleo a nivel mundial ha afectado en forma importante a los jóvenes, en especial a las mujeres jóvenes. Y aquellos que logran un empleo con frecuencia deben enfrentar largas jornadas, contratos temporales o informalidad, salarios bajos, y poca o ninguna protección social en la forma de seguridad social o de algún otro tipo de beneficio. Por ese motivo los jóvenes dependen más de sus familias, y pueden quedar más expuestos actividades ilegales, dice el estudio.

El informe dice que la tasa de desempleo juvenil para 2003 es de 14,4 por ciento, lo cual representa un aumento de 26,8 por ciento en el número total de personas jóvenes desempleadas durante la última década.

Las tasas de desempleo juvenil por regiones fueron más altas en Medio Oriente y África del Norte (25,6 por ciento). A continuación se ubicaron África al sur del Sahara (21 por ciento), las Economías en transición (18,6 por ciento), América Latina y el Caribe (16,6 por ciento), Asia Sudoriental (16,4 por ciento), Asia del sur (13,9 por ciento), las Economías industrializadas (13,4 por ciento) y Asia Oriental (7 por ciento). La región de las economías industrializadas fue la única donde el desempleo juvenil registró un descenso nítido, de 15,4 por ciento en 1993 a 13,4 por ciento en 2003.

El informe hace notar que el aumento en el número de jóvenes está superando en forma la capacidad de las economías para generar puestos de trabajo. La población juvenil mundial creció 10,5 por ciento la última década hasta llegar a 1,1 mil millones de personas en 2003, pero durante ese mismo período el número de puestos de trabajo disponibles subió sólo 0,2 por ciento, hasta 526 millones. Solamente una parte de esta brecha puede ser explicada por el hecho de que un número mayor de jóvenes permanece en la escuela por un tiempo más prolongado, de acuerdo con el análisis.

Los datos recopilados en el estudio también indican que los jóvenes tienen más dificultades para encontrar empleo que los adultos, lo que se refleja en su tasa de desempleo, 3,5 veces superior a la de los mayores de 24 años. El informe también hace notar que en tiempos de recesión, el desempleo juvenil tiende a aumentar más rápidamente que el de los adultos.

Esta desventaja de los jóvenes frente a los adultos es mayor en el mundo en desarrollo, donde están mucho más integrados a la fuerza laboral que en el mundo industrializado. Alrededor de 85 por ciento de los jóvenes viven en el mundo en desarrollo, donde sus posibilidades de encontrarse desempleados son 3,8 veces superiores a la de los adultos, una diferencia que en el mundo industrializado es de 2,3 veces.

El informe también dice que las tasas de participación de los jóvenes en la fuerza laboral disminuyó en todo el mundo en al menos 4 puntos porcentuales durante la última década, en parte porque una mayor cantidad de jóvenes permanecen en el sistema educativo, pero también porque muchos sienten tanta frustración por la falta de puestos de trabajo que simplemente renuncian a seguir buscando.

La mayor tasa de participación en la fuerza laboral fue registrada en Asia Oriental (73,2 por ciento) y África al sur del Sahara (65,4 por ciento), y la más baja en Medio Oriente y África del Norte (39,7 por ciento).

El informe dice que además de soportar menores oportunidades laborales, los jóvenes también deben enfrentar discriminación basada en la edad, el sexo y las condiciones socioeconómicas. Los grupos étnicos dominantes tienen mayor acceso a los mercados de trabajo en muchos países y los jóvenes provenientes de hogares de bajos ingresos están más expuestos al desempleo.

Crecimiento con empleo

En los países en desarrollo, que tienen una mayor proporción de jóvenes entre su población en edad de trabajar, el destino de las personas entre 15 y 24 años que entrarán a la fuerza laboral en los próximos años dependerá tanto de la tasa de crecimiento de la economía, como de la forma en que ese crecimiento logre impactar el mercado de trabajo, dice el informe. En los países industrializados, donde se espera una disminución de la población juvenil, los cambios demográficos pueden ayudar a reducir el desempleo.

Pero el estudio advierte que es necesario ir más allá. Se requiere de una combinación de políticas específicamente destinadas a abordar el problema del desempleo juvenil, que ayude a los jóvenes a superar la desventaja natural frente a trabajadores de mayor edad y experiencia.

Algunas de estas estrategias han sido planteadas por la Red de Empleo de los Jóvenes (YEN) del Secretario General de la ONU, una iniciativa de la ONU, el Banco Mundial y la OIT que tiene su sede en la OIT. La Red fue creada tras la Cumbre del Milenio para abordar el enorme desafío del empleo juvenil, y busca combinar las capacidades, experiencias y conocimientos de una serie de actores a nivel global, nacional y local.

La YEN ha promovido el desarrollo de planes de acción nacionales sobre empleo juvenil entre un grupo de "países líder". Hasta ahora 10 países (Nota 2) se han integrado a esta iniciativa que busca impulsar el desarrollo de políticas para poner en práctica soluciones novedosas para el desafío planteado por el empleo de los jóvenes.

La OIT entrega apoyo técnico y asesoría sobre políticas a los países participantes en esta iniciativa. Entre las herramientas que aporta la Organización la más reciente es la publicación de una guía sobre "Mejora de las perspectivas de las mujeres y los hombres jóvenes en el mundo del trabajo" (Nota 3), que contiene consideraciones básicas, experiencias y sugerencias para el desarrollo y la aplicación de políticas, incluyendo los planes nacionales de acción sobre este tema.

Nota 1: "Tendencias mundiales del empleo juvenil, 2004". Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 2004, ISBN 92-2-315997-0.
Disponible en www.ilo.org/trends

Nota 2: Arzebaijan, Brasil, Egipto, Indonesia, Irán, Malí, Namibia, Rwanda, Senegal y Sri Lanka.

Nota 3:"Mejora de las perspectivas de las mujeres y los hombres jóvenes en el mundo del trabajo". Una guía sobre políticas de empleo para jóvenes, consideraciones y recomendaciones para el desarrollo de planes de acción nacionales. OIT, 2004, ISBN 92-2-115945-0.
Disponible en inglés enwww.ilo.org/yen