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La protección social para poner fin al trabajo infantil en Paraguay

“La protección social tiene una incidencia directa en los principales factores que contribuyen a la disminución del trabajo infantil y a la permanencia de niñas, niños y adolescentes en el sistema educativo, especialmente luego de los efectos directos de la COVID-19”, señala Verónica Herken, Oficial Nacional de Proyectos, en este nuevo artículo.

Opinión | 16 de junio de 2022
Por Verónica Herken, Oficial Nacional de Proyectos, OIT Cono Sur.

El trabajo infantil y, sobre todo, el trabajo infantil peligroso, viola el derecho de niñas, niños y adolescentes a disfrutar de una infancia plena con una formación adecuada para su futuro. A pesar de los avances conseguidos en los últimos años para eliminar el trabajo infantil, los efectos sociales y económicos de la pandemia de la COVID-19 ponen en peligro la continuidad de esos logros a nivel mundial, regional y en Paraguay. El riesgo de trabajo infantil para niñas, niños y adolescentes se acrecentó con la pérdida de ingresos familiares y cierre de actividades presenciales en escuelas.

La protección social contribuye a garantizar atención de salud e ingresos mínimos para todas y todos. Se convierte en una herramienta crucial para combatir la pobreza y enfrentar la pérdida de ingresos ante riesgos y shocks que afectan a la salud y al trabajo en las familias. Así, la protección social tiene una incidencia directa en los principales factores que contribuyen a la disminución del trabajo infantil y a la permanencia de niñas, niños y adolescentes en el sistema educativo, especialmente luego de los efectos directos de la COVID-19.

Es en este contexto que Protección social universal para poner fin al trabajo infantil es el lema elegido para conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil que se celebra anualmente el 12 de junio. Se refuerza este lema en el Llamamiento a la Acción de Durban para acabar con el trabajo infantil acordado por las delegadas y los delegados que participaron en la  5ª Conferencia Mundial sobre la Eliminación del Trabajo Infantil en mayo de este año. Dentro de los seis fuertes compromisos asumidos por Paraguay y los demás países, se encuentra “Lograr el acceso universal a la protección social”.

Así también, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) vuelven a colaborar, sumando conocimientos, acciones y recomendaciones en el informe “El papel de la protección social en la eliminación del trabajo infantil: Examen de datos empíricos y repercusiones políticas”.

El informe recomienda, entre otras, cerrar las brechas de cobertura de la protección social para niños, niñas y adolescentes, construir sistemas de protección social integrados con enfoque de ciclo de vida y aprovechar los compromisos de política internacionales previamente contraídos. Además, recomienda diseñar programas inclusivos de protección social universal que tengan un enfoque de niñez, consideren activamente la problemática del trabajo infantil y establezcan prestaciones adecuadas, regulares y previsibles. El informe recomienda, además, promover la inversión progresiva en protección social a través del aumento del financiamiento equitativo y sostenible en los sistemas de protección social con énfasis en garantizar el bienestar de niños, niñas y adolescentes.

Desde 1998, la OIT en Paraguay ha comprometido el acompañamiento y la cooperación técnica para avanzar en el establecimiento de mecanismos de protección a la niñez y adolescencia. En este sentido, se destaca la ratificación de los Convenios OIT 182 sobre las peores formas de trabajo infantil, ratificado por Ley 1657/2001 y 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo, ratificado por Ley 2332/2003, y la instalación de la Comisión Nacional Interinstitucional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo de los Adolescentes (CONAETI) a través del Decreto 18835/02.

La OIT en conjunto con el Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), las organizaciones de empleadores y trabajadores, la CONAETI, el Instituto de Previsión Social (IPS), la Unidad Técnica del Gabinete Social de la Presidencia (UTGS) y la Dirección General de Presupuesto del Ministerio de Hacienda (DGP-MH), entre otras instituciones, han sentado bases para el avance de las recomendaciones contenidas en el reciente informe de OIT y UNICEF.

En el ámbito de eliminación del trabajo infantil se destaca el apoyo a la difusión, implementación y monitoreo de Estrategia Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo Adolescente en Paraguay 2019-2024. Ella incluye la exitosa campaña de comunicación #ParaguaySinTrabajoInfantil en el marco en el marco del Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil 2021, la utilización de la herramienta Monitora 8.7 para el monitoreo de planes y programas y la provisión de herramientas para la gestión, capacitación e implementación de la Estrategia por las recientemente instaladas Comisiones Departamentales de Erradicación de Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente (CODETI).

La OIT también acompaña los avances que se alinean a las recomendaciones del informe en materia de protección social. Paraguay ha ratificado recientemente a través de la Ley 6791/21 el Convenio 102 sobre la seguridad social (norma mínima). El proyecto Protección Social y Gestión de las Finanzas Públicas – Paraguay, ejecutado de forma conjunta con UNICEF con el apoyo de la Unión Europea, proporciona asistencia técnica para la gestión de las finanzas públicas y la identificación de recursos para la protección social y el diseño y la implementación inicial del Sistema de Protección Social ¡Vamos! en territorios seleccionados con fines demostrativos. Así también, promueve la eficiencia mediante la creación de capacidad para desarrollar programas de protección social en el contexto de la presupuestación basada en resultados.

Las acciones mencionadas se suman a otras tantas acciones de la OIT que promocionan el trabajo decente en Paraguay y contribuyen a alcanzar la protección social universal y la eliminación del trabajo infantil. Los avances y la adopción de las recomendaciones deben sumarse al compromiso, el acompañamiento y la participación de todos y todas. El Estado, las organizaciones de empleadores y trabajadores, las organizaciones de la sociedad civil, las organizaciones regionales e internacionales y la opinión pública, a través del diálogo social, estamos llamados a la acción, a redoblar esfuerzos y a apretar el acelerador para avanzar en el desafío global de poner fin al trabajo infantil.