Mujeres indígenas impulsan negocios basados en productos autóctonos

En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas reconocemos el trabajo que realizan las mujeres del Territorio Indígena Tjai (Tayní)-Cabecar en Costa Rica, a través de su Aläkäläwa ishäkä tamiy, que recibió apoyo de programa conjunto, en el cual participó la OIT.

Noticia | 10 de agosto de 2022

San José-.
Mildred Blanco Salazar es indígena Bribri, pero vive en el Territorio Indígena Tjai (Tayní)-Cabecar en Valle La Estrella. Desde pequeña ha trabajado su proceso de empoderamiento como mujer, como indígena y como emprendedora.

“Cuando estaba en mi pueblo formaba parte de una cooperativa de mujeres, pero sufría mucha discriminación porque a los hombres les molesta cuando seis o siete mujeres se reúnen. Se sienten amenazados. Incluso viví amenazas. Hay que llenarse de valor para enfrentar eso, ver que hay mucho potencial en la mujer indígena y convencerlas de que trabajan y mucho, aunque les digan lo contrario”.

Hace seis años se trasladó a la comunidad Tainí Cabécar, pues su compañero es de la zona. Con su familia decidió emprender un negocio de turismo, un área en la que nadie trabaja por estar ubicados en un territorio poco visitado.

“Mi esposo es educador de primer y segundo ciclo, imparte lecciones en el idioma nativo y quisimos mostrar a las personas que nos visitan lo que es tener una experiencia netamente cultural. Nuestro abuelo es médico tradicional, de manera que también capacitamos sobre uso de plantas medicinales, hacemos caminatas y llevamos a la gente a las fincas de la comunidad”, contó Mildred.

Este emprendimiento la hizo identificar una enorme necesidad de generar encadenamientos de trabajo con las mujeres, quienes viven al 100% de la agricultura. Así que las convocó para formar un grupo.

El grupo se llama Aläkäläwa ishäkä tamiy y han implementado la forma del trabajo del “Jula Peita” -¡Usted me da la mano y yo le doy la mano!-. Durante una semana entera trabajan en la finca de una familia, apoyando en lo que necesiten para sacar adelante sus cultivos y así, van rotando cada semana.

“Somos, orgullosamente, el primer grupo de mujeres con personería y cédula jurídica en un territorio indígena. Tiempo atrás nos enteramos de la posibilidad de formular un proyecto con diversas agencias de Naciones Unidas, una de ellas es la OIT y participamos para recibir capacitación y capital semilla par ayudarnos en las fincas”.

Fue así, como Mildred y sus compañeras del grupo Aläkäläwa ishäkä tamiy (que significa mujeres dueñas de la tierra en cabécar) obtuvieron más semillas, construyeron estaciones para producción de tilapia, para autoconsumo, una apiladora de arroz y adquirieron animales.



Ellas participaron del Programa Conjunto para el Fortalecimiento de la Estrategia Puente para el Desarrollo y consideran que lo más importante que recibieron del proyecto fue la capacitación para sus distintas iniciativas, aprender sobre comercialización justa de alimentos autóctonos, y el acompañamiento legal para su constitución como asociación y luego para formalizar su marca.