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Día 4: Conferencia Internacional del Trabajo - Foro temático

La libertad de asociación y la negociación colectiva son los fundamentos esenciales del trabajo decente

Oradores del mundo del trabajo y de organizaciones internacionales exploraron cómo dos convenios fundamentales hacen progresar el trabajo decente en todo el planeta. El foro tuvo lugar en el marco de la Conferencia anual de la OIT, que este año celebra el 100.o aniversario de la Organización.

Noticia | 13 de junio de 2019
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GINEBRA (OIT Noticias) – Un foro organizado en el marco de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) puso de manifiesto el papel decisivo que han desempeñado dos convenios fundamentales – el de la libertad de asociación y el de negociación colectiva – a lo largo del último siglo, y el papel que tendrán que desempeñar en el futuro.

Los participantes, en representación de las organizaciones de trabajadores y de empleadores, de gobiernos y organizaciones internacionales, analizaron cómo la garantía de estos valores fundamentales de la OIT “hace posible que los interesados reivindiquen, libremente y en igualdad de condiciones, una participación justa en las riquezas a cuya creación contribuyeron y desarrollen plenamente su potencial humano”, como afirma la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales de la OIT.

Moussa Oumarou, Director General Adjunto de Programas Exteriores y Alianzas de la OIT, declaró: “La realización de estos dos derechos fundamentales contribuye al desarrollo de sociedades inclusivas y democracias abiertas”.

Durante el evento se presentaron casos de éxitos de países donde la libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva han sido aplicados para responder de manera concreta a desafíos cruciales para las sociedades, los mercados de trabajo, los trabajadores y las empresas.

Mohamed Trabelsi, Ministro de Asuntos Sociales de Túnez, recordó que su país tiene una larga tradición de diálogo social. Después de la revolución tunecina de 2011, la concesión del Premio Nobel de la Paz en 2015 a los interlocutores sociales tunecinos fue un testimonio de la manera en que la “revitalización del diálogo social en Túnez contribuyó a evitar la guerra civil y desempeñó un papel esencial en la transformación democrática del país y en la construcción de instituciones democráticas”.

Barbara Figueroa, Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile, afirmó que el diálogo social se ha convertido en “una herramienta indispensable para construir democracias sólidas y fortalecer la cohesión social” en el mundo actual. Agregó que Chile es actualmente un país con un espacio de diálogo que permite responder a los desafíos del mundo del trabajo y “de mirar al futuro con optimismo”, en el cual, por ejemplo, “las tecnologías beneficien a la mayoría de las personas y no sólo a quienes tienen el poder económico”.

Kanishka Weerasinghe, Director General de la Federación de Empresarios de Ceilán, declaró: “La libertad de asociación, los derechos individuales, la negociación colectiva, la dignidad del trabajo y la no discriminación son elementos fundamentales que constituyen nuestra sociedad actual, como cualquier otra región del mundo. Los ciudadanos están más empoderados y conscientes de sus derechos, y exigen plataformas que sirvan para debatir y compartir sus ideas”.

Clément Voule, Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación de las Naciones Unidas, declaró: “Los derechos en el trabajo son derechos fundamentales. Es importante que reconozcamos que el derecho del trabajador es un derecho fundamental, porque es lo que le permite vivir dignamente, trabajar en condiciones decentes y contribuir al desarrollo de su país”.

En el foro también se aportaron reflexiones sobre el papel desempeñado por los órganos de control de la OIT para garantizar la realización de los principios y derechos fundamentales en el trabajo.

Jean-Jacques Elmiger, Presidente de la 108.a reunión de la CIT, Jefe de Asuntos Internacionales del Trabajo de la Secretaría de Estado de Economía de Suiza, declaró: “No podemos ignorar la necesidad de negociar y consensuar en los convenios laborales, con la comprensión de que debemos actuar a nivel de las normas, pero también debemos actuar para promover los acuerdos colectivos de trabajo”.

Sonia Regenbogen, Vicepresidenta empleadora, Comisión de Aplicación de Normas de la OIT, Canadá, dijo que la composición tripartita de la Comisión refleja las realidades concretas del mundo del trabajo y es fundamental para el funcionamiento eficaz de la Comisión. “De la selección de los casos que serán discutidos a las cuestiones jurídicas respecto a las cuales existe un consenso, de la libertad de expresión para expresar diferentes puntos de vista dentro de la Comisión a la redacción de las conclusiones y recomendaciones a los gobiernos […] todo está impregnado de este tripartismo. Esto es lo que le confiere la autoridad moral y la naturaleza persuasiva de las cuales disfruta”.

Marc Leemans, Vicepresidente trabajador, Comisión de Aplicación de Normas de la OIT, Bélgica, señaló que, en relación al papel de la Comisión, “nosotros garantizamos que los convenios ratificados, los cuales imponen obligaciones legales a los gobiernos, sean aplicados en la práctica”. “Tenemos una relación directa con todos los mandantes, y el resultado se refleja en conclusiones factibles y consensuadas, y después hay un seguimiento de estas conclusiones”, agregó.

Graciela Josefina Dixon Caton, Presidenta de la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones, Panamá, destacó que este mecanismo de control “utiliza tres herramientas fundamentales. La primera es la perseverancia, la segunda la complementariedad y la tercera el seguimiento” y lleva a cabo su trabajo “desde una perspectiva técnica, independiente”. Agregó que el control también es una herramienta primordial. “Dado que el mundo no es estático y tampoco las relaciones sociales son estáticas ni rígidas, sino que cambian constantemente, la Comisión, cumpliendo con su obligación de garantizar el respeto de los convenios internacionales del trabajo, debe continuar con su trabajo de verificación”.

El Profesor Evance Kalula, Presidente del Comité de Libertad Sindical (CLS), Zambia, comentó el impacto del CLS: “Según el enfoque del CLS, no se pueden hacer respetar las obligaciones legales atribuyendo culpas, sino incentivando a los gobiernos a avanzar sobre la base del diálogo social”.

Yves Veyrier, Vicepresidente trabajador, Comité de Libertad Sindical, Francia, Secretario General Fuerza Obrera, declaró: “Es necesario comprender que la cuestión de la libertad sindical es inherente a la existencia misma de la OIT”.

Alberto Echavarría, Vicepresidente empleador, Comité de Libertad Sindical, Colombia, declaró: “Lo que nos inspira en los órganos de control es tener un ejercicio eficaz de la libertad. ¿Qué significa libertad? Es sinónimo de respeto, no significa oponerse al otro”. Describió el Comité como “un órgano independiente que es objetivo y se esfuerza por logar el consenso, y ahí es donde reside la fuerza de sus argumentaciones y la importancia de su actividad”.

Takanobu Teramoto, miembro gubernamental, Comité de Libertad Sindical, Japón, se refirió al funcionamiento del CLS: “Para persuadir a los gobiernos a avanzar y cooperar, la clave es la comunicación con respeto mutuo. Funcionamos sobre la base de acuerdos”.