Capítulo 7 - Seguimiento de los efectos de los salarios mínimos

7.3 Efectos en las diferencias de salario según el género

Diferencias de salario según el género

Un elemento del nivel general que alcanza la desigualdad reside en las diferencias salariales entre los diferentes grupos de trabajadores, y en particular entre los hombres y las mujeres. Para colmar estas brechas salariales, es importante entender por qué existen.

Las brechas salariales de género no ajustadas o "en bruto" se refieren a los ingresos de los hombres menos los ingresos de las mujeres. Este cálculo se puede hacer para los salarios medios, la mediana de los salarios o los salarios aplicados en diferentes lugares de la distribución. El hecho de que las mujeres ganan menos que los hombres es una característica casi universal de los mercados de trabajo de todo el mundo. En muchos países, la brecha es mayor entre los trabajadores con remuneraciones elevadas que entre los que perciben salarios más bajos.

En muchas investigaciones se ha intentado interpretar la brecha salarial de género, y sus resultados han permitido identificar algunos factores comunes, como los siguientes:
  • las diferencias en los niveles de educación y de experiencia laboral;
  • la segregación sexual, que encauza a las mujeres hacia sectores y ocupaciones de menor valor añadido; y
  • la discriminación salarial y la infravaloración del trabajo femenino.

Datos empíricos

En razón de la sobrerepresentación de las mujeres en los empleos poco remunerados, los salarios mínimos también pueden hacer una contribución significativa a la reducción de las diferencias salariales en los niveles más bajos.
La existencia de este vínculo entre el salario mínimo y la reducción de las diferencias salariales se ha demostrado empíricamente en países tan diversos como los Estados Unidos e Indonesia . Un estudio de la OIT mostró, por ejemplo, que la introducción en 2012 de un salario mínimo en la ex República Yugoslava de Macedonia puede haber contribuido a reducir la brecha salarial de género entre 2011 y 2014.

Sin embargo, para maximizar el efecto de los salarios mínimos sobre las diferencias salariales se requiere que las propias instituciones del mercado laboral y las políticas salariales no discriminen, directa o indirectamente, a los grupos de trabajadores vulnerables (por ejemplo, mediante el establecimiento de niveles salariales más bajos en sectores u ocupaciones donde predominan las mujeres, o la exclusión de los migrantes del ámbito de protección que brindan las leyes sobre salario mínimo).

Además, debido a que las causas del fenómeno son múltiples, hacen falta conjuntos integrados de políticas que se orienten a reducir la brecha salarial de género. La legislación nacional debería prever el derecho a la igualdad de remuneración por trabajo de igual valor, así como medios de acceso efectivo a las instituciones judiciales para reclamar este derecho. Asimismo, la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres debería ser impulsada a través de políticas sólidas que consoliden la igualdad de género, inclusive con medidas orientadas a eliminar los estereotipos de género acerca de las funciones y las aspiraciones de las mujeres, a fortalecer las políticas propicias a la maternidad y la paternidad, así como al ejercicio de las licencias parentales, y a promover un mejor reparto de las responsabilidades familiares.

Referencias adicionales:

Grimshaw, D. y Miozzo, M.: Minimum wages and pay equity in Latin America. Documento de trabajo (OIT, Ginebra, 2003).

Rubery, J.: Pay equity, minimum wage and equality at work. Documento de trabajo (OIT, Ginebra, 2003).


Chicha, M.T.: A comparative analysis of promoting pay equity: models and impacts. Documento de trabajo (OIT, Ginebra, 2006).