Día Internacional de la Mujer 2004

Antes de que las mujeres disfrutaran de muchos derechos, al menos tenían su día. El primer Día Internacional de la Mujer registrado se celebró en Estados Unidos en 1909. Un año más tarde, la Internacional Socialista, reunida en Copenhague, estableció un Día de la Mujer "para honrar el movimiento en favor de los derechos de las mujeres y contribuir a la consecución del sufragio universal ( Nota 1). Al año siguiente, se celebró por vez primera el Día Internacional de la Mujer (DIM) en toda Europa, en demanda del derecho al trabajo, a la formación profesional y la erradicación de la discriminación.

El evento de 1911 provocó apasionados comentarios en sus organizadoras, entre las que se encontraba Aleksandra Kollontai, que señaló que el día "excedió todas las expectativas. Alemania y Austria… eran un mar de mujeres, estremecido y en plena ebullición. Se organizaron reuniones en todas partes, en pequeños pueblos, e incluso en aldeas; los recintos se abarrotaron de tal forma que tuvieron que pedir a los trabajadores (varones) que cedieran su lugar a las mujeres. Para variar, los hombres se quedaron en casa con sus hijos, y sus esposas, amas de casa cautivas, acudieron a las reuniones" (Nota 2).

En 1917, Kollontai y la socialista alemana Klara Zetkin participaron en el primer DIM, celebrado el 8 de marzo, que consistió en una huelga "por el pan y por la paz" a cargo de mujeres rusas en el San Petersburgo de la posguerra. Como ministra del nuevo gobierno soviético, Kollantai convención a Lenin para convertir dicha fecha en una festividad comunista oficial, en conmemoración de las "heroicas mujeres trabajadoras". Finalmente, la fecha arraigó, dando lugar a la celebración de manifestaciones en todo el mundo y a una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1977, en la que invitó a los Estados miembros a "proclamar (a) el Día de las Naciones Unidas para los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional" ( Nota 3).

Actualmente, el Día Internacional de la Mujer se celebra en cientos de lugares de todo el mundo, y comprende diversos actos, manifestaciones y otras actividades. La OIT celebra el día con creciente intensidad desde 1999, fecha en la que Juan Somavia se convirtió en el primer Director General de la institución que se dirigió a una sesión especial del Consejo de Administración refiriéndose al DIM, comprometiéndose a que la OIT "redoblaría sus esfuerzos" con relación a las cuestiones de género ( Nota 4), y estableciendo el DIM como una cita fija anual en el calendario de la OIT. Los ecos de las voces de las mujeres que luchan por sus derechos humanos, y de muchos hombres que apoyan su empeño, se escuchan con más fuerza en esta institución desde entonces.

¿Cristal templado...? Un informe de la OIT actualizado pone de relieve la dificultad para romper el "techo de cristal"

¿Puede quebrarse el techo de cristal? En las dos décadas transcurridas desde que tal expresión se popularizó, las barreras invisibles al acceso a la escala superior de la jerarquía directiva parecen ser más resistentes de lo previsto. De hecho, en una reciente actualización de un estudio clásico de la OIT sobre esta cuestión se pone de manifiesto que el porcentaje de mujeres en altos cargos sigue siendo bajo, y el ritmo de avance resulta desalentador.

Con 19 millones de trabajadores urbanos desempleados, la recuperación de América Latina de su crisis de desempleo exigirá la adopción de medidas de peso, entre las que figuran la reorientación de las prioridades económicas y un proceso de globalización más equitativo.

GINEBRA. Para las mujeres que luchan por acceder a puestos directivos y de nivel superior, la reciente actualización del estudio de la OIT elaborado en 2001 y denominado "Romper el techo de cristal: las mujeres en puestos de dirección" ( Nota 5), puede parecer descorazonadora. Lo que se muestra en esta revisión es que el número de mujeres en cargos de alta dirección sólo se ha elevado entre el 1 y el 5% en los últimos cinco años en los 33 países examinados.

"Ocasionalmente, un puñado de mujeres aparece en los titulares cuando consiguen ascender, pero, estadísticamente, representan un escaso porcentaje de los puestos de alta dirección", afirma Linda Wirth, Directora de la Oficina de la OIT para la Igualdad de Género.

El nuevo estudio asegura que la situación general del empleo de las mujeres no ha evolucionado significativamente desde 2001. El porcentaje de éstas en puestos ejercidos por profesionales liberales aumentó tan sólo en un 0,7% en los períodos comprendidos entre 1996-1999 y 2000-2002. Dado que la cuota de mujeres en cargos directivos oscila entre el 20 y el 40%, los datos ponen de relieve que este grupo se encuentra acusadamente infrarrepresentado en las escalas de dirección en comparación con su cuota global en el empleo.

En el terreno de la política, el porcentaje de mujeres representantes en los parlamentos nacionales sigue siendo escaso, pasando del 13 al 15,2% entre 1999 y 2003. No obstante, el informe actualizado observa recientes incrementos en el número de mujeres a cargo de ministerios tradicionalmente dominados por los hombres, como los de asuntos exteriores, economía y defensa.

El estudio señala además que diversas normas y prácticas profundamente arraigadas mantienen una baja representación de la mujer en el campo de la política.

De hecho, las mujeres, para progresar, han de hacer frente a barreras en todas las profesiones. El reto diario de equilibrar las responsabilidades familiares con el trabajo lleva a algunos empleadores a considerar a las mujeres menos capaces, y éstas todavía tienen que trabajar con mayor empeño para probarse a sí mismas o adaptarse a los estilos de trabajo "masculinos". Por si fuera poco, las mujeres se enfrentan al aislamiento, a un acceso limitado de servicios de asesoramiento, a papeles típicamente femeninos, al acoso sexual y, a menudo, quedan excluidas de las redes informales esenciales para su desarrollo profesional.

En cualquier caso, no todas las noticias son malas. De acuerdo con el informe actualizado, algunos empleadores comienzan a cambiar de actitud. Las empresas han empezado a comprender que las políticas favorables a la familia, la mejora del acceso a la formación y los sistemas de tutoría reforzados contribuyen a la retención del personal femenino y pueden elevar la productividad. Además, gobiernos y sindicatos abogan por la reforma de la legislación laboral y de los servicios sociales, con el fin de garantizar que las madres puedan mantener la antigüedad, las prestaciones y su capacidad de obtención de ingresos.

Las presiones para elegir entre la vida familiar y la carrera profesional pueden llevar a algunas mujeres a evitar los altos cargos. La Sra. Wirth, de la OIT, señala que "las responsabilidades familiares influyen decisivamente en las mujeres a la hora de aceptar o no un ascenso. La forma en que se organiza el trabajo no siempre es compatible con la crianza de los hijos. Algunas mujeres procuran además evitar el efecto de las jornadas de trabajo prolongadas, el estrés y la frecuencia de las actitudes agresivas y autoritarias que pueden encontrarse en las escalas jerárquicas superiores". El estudio hace hincapié asimismo en aquellos casos en los que hombres jóvenes tratan de equilibrar su vida laboral y familiar.

Se insta a la formulación de estrategias que desarticulen los mitos que rodean a las capacidades de las mujeres y promuevan políticas favorables a la familia en las que se contemple la concesión de permisos de parentales tanto a hombres, como a mujeres, garantizando que las trabajadoras que tengan hijos y mantengan una carrera profesional no sean penalizadas económicamente.

La OIT trabaja para ampliar las oportunidades de obtención de ingresos de las emprendedoras mediante la mejora de sus destrezas empresariales y del acceso a los recursos, sirviéndose al efecto de la labor de su programa Desarrollo de la iniciativa empresarial de la mujer y las cuestiones de género en las empresas (WEDGE). Para más información acerca de éstas y otras iniciativas encaminadas a la capacitación de las mujeres y la promoción de la igualdad de género, consúltese www.ilo.org/gender.


Nota 1: Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas, DPI/1878, enero de 1997.
Nota 2: A history of International Women's Day, por Joyce Stevens, www.isis.aust.com.
Nota 3: Resolución de la AGNU 32/142, Asamblea General, 32ª Sesión, 105ª reunión plenaria, 16 de diciembre de 1977, p. 158.
Nota 4: Véase "El nuevo Director General se comprometió a impulsar las cuestiones de género en la acción de la OIT", comunicado de prensa OIT/99/5, del 8 de marzo de 1999.
Nota 5: Romper el techo de cristal: las mujeres en puestos de dirección. Actualización de 2004, OIT, Ginebra ISBN 92-2-115523-4, disponible asimismo en www.ilo.org/gender.