Empresas y trabajo decente

La Conducta Empresarial responsable como componente clave del trabajo decente en la región y el respeto a los derechos laborales

Gobierno, empleadores y trabajadores coinciden en la necesidad de resaltar la dimensión laboral en los planes nacionales en materia de derechos humanos, además de potenciar los diálogos sociales. El proyecto CERALC - OIT convocó en Panamá representantes tripartitas de América Latina y el Caribe.

Noticia | 2 de septiembre de 2022
Ciudad de Panamá – Representantes de gobiernos, organizaciones empresariales y trabajadores discutieron sobre los desafíos de la Conducta Empresarial Responsable (CER) y la importancia de considerarla como componente clave en las estrategias para promover trabajo decente y de crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo en América Latina y el Caribe.

El tema fue abordado en el marco del II Seminario Regional de intercambio de conocimientos y diálogo “Empresas y Trabajo Decente: la dimensión laboral de la Conducta Empresarial Responsable en América Latina y el Caribe”, que se realizó en la ciudad de Panamá del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2022.

Claudia Coenjaerts, Directora Regional Adjunta para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), destacó que la dimensión laboral de las empresas y derechos humanos se basan en las normas internacionales del trabajo y el mandato constitucional de la OIT, que proporcionan marcos para que los Estados protejan y hagan efectivo los derechos humanos en el trabajo, así como también establecen principios que guían a las empresas en el respeto de dichos derechos.

“Las empresas juegan un papel clave para hacer realidad estos derechos fundamentales, y desde la OIT reafirmamos nuestro compromiso de seguir asistiendo y fortaleciendo las capacidades de los gobiernos, las organizaciones de empleadores y trabajadores, en materia de empresa, derechos humanos y laborales, para que participen de forma significativa y equitativa en la construcción de una América Latina y el Caribe más justa, sostenible e inclusiva”, afirmó Coenjaerts.

Para Adolfo Campos, delegado de la Unión Europea, es importante que en América Latina haya conciencia de la CER. “Se han hecho cosas, pero aún hay un camino por recorrer y el objetivo es fomentar la cultura de CER en la región. señaló Campos.

“La nueva estrategia política comercial de la Unión Europea integra la CER como una característica clave para mejorar la sostenibilidad y la resiliencia de la cadena de suministro; además de hacer que la política comercial contribuya a este objetivo mediante la promoción de una conducta empresarial responsable con mayor transparencia y trazabilidad”, agregó el delegado de la Unión Europea.

Las empresas desempeñan un papel clave en la construcción de una economía y una sociedad sostenible, por lo que se le exige que determinen, prevengan o mitiguen los efectos adversos de sus actividades en los derechos humanos y el medio ambiente. La consistencia de las políticas para el trabajo decente y conducta empresarial responsable, el diálogo social, y la dimensión laboral de la debida diligencia, son temas que el proyecto CERALC ha venido abordando en diversos foros regionales, incluido este último Seminario.

Para Olga Orozco, Jefa del proyecto CERALC- OIT, uno de los objetivos del seminario fue “crear espacios que ofrezcan la posibilidad de que tanto los creadores de política públicas, como los representantes de los sindicatos y empleadores interactúen con el objetivo de alcanzar acuerdos sobre el camino a seguir”.

Carla Moscoso, Subsecretaría de Derechos Humanos de Chile, apuntó al proceso de conversación en varios niveles de la temática empresas y derechos humanos. “Es una discusión que no existía en los últimos diez años, hay mucho que seguir trabajando, ha habido un proceso de promoción de este tema, pero estamos en camino de generar más diálogo social”, apuntó.

Según Ayleen Marín, asesora del Ministerio de Economía, Industria y Comercio de Costa Rica, “se va avanzando en dejar un poco atrás esa visión de que sea un voluntariado, simplemente porque me nace. Se debe tomar conciencia en los diferentes sectores sociales y económicos de que tenemos una responsabilidad con las comunidades locales en donde nos encontramos y en realidad con la sociedad en general”.

Hugo Barretto, Coordinador Jurídico de la Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas (CSA), apuntó que como parte de la conducta empresarial responsable está la debida diligencia que es “un elemento que aporta y que complementa el cumplimiento de las normas de derechos humanos y ambientales por parte de la empresa, pero necesita ser perfeccionado, necesita tener un mayor nivel de exigibilidad para ser plenamente operativo”.

También por parte del sector de trabajadores, Kaira Reece, secretaria de Desarrollo Sostenible de la CSA, indicó que se busca el desarrollo de la sociedad, pues “no existe empresa que pueda generar riqueza si no tiene las condiciones en una sociedad donde tenga trabajadores y trabajadoras con sus condiciones de trabajo decente justas”.

El sector de empleadores coincide en que la discusión debe ser teniendo a todas las partes presentes. Pablo Bobich, Asesor Legal de la Corporación de la Producción y el Comercio (CPC) de Chile, aseguró que los objetivos del seminario se cumplieron y que “se requiere un esfuerzo conjunto para conocer cuáles son posibles afectaciones a las actividades de las empresas” y que “es muy importante que la Conducta Empresarial Responsable sea desarrollada de manera muy inclusiva”.

Además, agregó que la región enfrenta un reto que es la informalidad laboral. “La regulación aplica a la economía formal, para la Conducta Empresarial Responsable es un gran reto porque es muy difícil llegar a sectores no formalizados”.

Asimismo, Analisa Montenegro, Directora Ejecutiva, Consejo Nacional de la Empresa Privada de Panamá, consideró que “es importante que la estrategia siga implementándose y desarrollándose con acciones puntuales y que pueda ayudar y mejorar el entorno de negocios y el espacio para la empresarialidad”.

La debida diligencia, el entorno propicio para la conducta empresarial responsable, las normas internacionales de trabajo como parte del sistema de los derechos humanos, la integración de las PYMEs, el papel de los sindicatos, de las asociaciones de empleadores y del gobierno, fueron temas discutidos durante el seminario que reunió a representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores de los países de la región.

Orozco concluyó señalando que el Seminario escuchó de lado y lado las preocupaciones y esperanzas. “Por parte de los empleadores escuchamos que tienen algún tipo de precaución sobre cómo esto va a afectar a las empresas y que esperan claridad en los alcances” y que “por parte de los trabajadores hemos escuchado que ven en esta la esperanza para que haya un instrumento vinculante y que esto aplane el campo de juego y haga que más empresas estén involucradas”, dijo Orozco al auditorio en el cierre el 2 de septiembre.

El seminario estuvo dirigido a los socios directos del Proyecto CERALC-OIT de los nueve países donde se implementa: México, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Brasil, además, contó con la participación de representantes de Honduras y Guatemala. En total, fueron más de 80 representantes tripartitos de la región quiénes asistieron al evento. El proyecto es un espacio de trabajo conjunto de OIT, ACNUDH y OCDE, que confluyen en su interés por colocar el tema de la Conducta Empresarial Responsable en el centro del debate en la región.